domingo, 12 de febrero de 2012

DOCUMENTAL-INSTINTO ASESINO ( LA MATA VIEJITAS )





Durante 4 años, entre 2002 y enero de 2006, en el Distrito Federal mexicano se sucedieron las apariciones de cadáveres de ancianas asesinadas en sus propios domicilios, sin que las autoridades pudieran identificar al asesino serial. Todos los cuerpos presentaban signos de ahorcamiento provocado con elementos que el asesino tomaba de la misma escena del crimen, como medias o cables.

Los habitantes de la tercera edad de la ciudad de México vivían con pánico. Cualquiera podía ser la próxima víctima. Los investigadores estaban desconcertados. La presión social y mediática era cada vez más intensa y las autoridades distritales fijaron como su prioridad número uno la captura del asesino serial. Incluso, se detuvo a varios sospechosos que luego resultaron inocentes.

Ante la necesidad de pistas concretas, se decidió la creación de una unidad especial de investigación. Con el correr de más y más crímenes, obtuvieron indicios que los llevaron a buscar un travesti o a una mujer de mediana edad de contextura fuerte. La aparición de huellas digitales, que se descubrió eran las mismas en todos los casos, más el relato de algunos testigos que coincidían en sus rasgos faciales, achicaban el cerco.

Los investigadores también descubrieron su modo de operar. El asesino se hacía pasar por enfermera o por una trabajadora social que ayudaba a gestionar una pensión municipal a mujeres mayores que vivían solas. O les ofrecía sus servicios como ayuda doméstica por el día. En general, prefería operar los martes y los miércoles, vestida de rojo o de enfermera. Una vez dentro del domicilio, ejecutaba a las ancianas a sangre fría y se marchaba con algunas de sus pertenencias.

La suerte de El Mataviejitas, como la bautizó la prensa, se agotaba. La policía tendió infinidad de trampas en las calles de la ciudad para cazarla, pero fue la casualidad la que terminó con sus crímenes.

El 25 de enero de 2006, al huir del departamento de su última víctima, Ana María de los Reyes Alfaro, de 82 años, se cruzó en la entrada del edificio con el joven que vivía con la anciana. Luego de encontrar el cadáver, el joven reconoció el rostro de la mujer con el identikit de la Mataviejitas que se difundía en los medios y la persiguió. Una patrulla policial que se encontraba en la zona completó la captura de la asesina serial. Su nombre era Juana Barraza Samperio. Llevaba consigo una bolsita de malla con trozos de canela, que era su amuleto de la buena suerte. También una herradura y una pequeña placa metálica con su nombre de luchadora de catch: La Dama del Silencio.

Juana Barraza Samperio, La Mataviejitas, fue sentenciada en marzo de 2008 a 759 años de prisión y una multa de cien mil 453 pesos, por su responsabilidad en la muerte de 16 mujeres de la tercera edad y 12 robos calificados. Barraza negó todos los crímenes a excepción del último. Pero se cree que habría matado a más de 40 ancianas entre 1999 y 2006.

En su confesión reconoció:"Yo odiaba a las señoras, porque mi mamá me maltrataba, me pegaba, siempre me maldecía y me regaló con un señor grande". Sostiene que su madre la vendió por tres cervezas. "Yo fui abusada y por eso odiaba a las señoras".

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