lunes, 6 de agosto de 2012

CRIMINOLOGÍA CLINICA




CRIMINOLOGÍA CLINICA




El padre de la Criminología Clínica en América Latina fue el argentino JOSÉ INGENIEROS.






JOSE INGENIEROS



En 1907 ANTONIO BALLDE, Director de la Penitenciaria Nacional, propuso al gobierno la fundación de un gabinete de Psicología Clínica y Experimental destinada al estudio de los delincuentes y con finalidades científicas de carácter general.



El Instituto de Criminología de la Penitenciaria Nacional de Buenos Aires fue la primera institución en el mundo que, con carácter oficial, se dedicó a las experiencias clínicas para el estudio de los delincuentes.



Este Instituto  tenía tres secciones a saber: Etiología Criminal, Clínica Criminológica y Terapéutica Criminal.



El Dr. LUIS VERVAECK en el mismo año, en Bruselas, principia a hacer clínica criminológica, es hasta 1920 cuando se inaugura oficialmente la Clínica en la prisión de Forest. LUIS VERVAECK funda la Clínica Penitenciaria, haciendo que la Clínica Criminológica llegue a su máximo en la Prisión Central de Lovaila.



VERVAECK hace clasificación criminológica en su penitenciaria, separando delincuentes primarios, de enfermos y anormales, de reincidentes e incurables. Descubre hasta un 20% de enfermos mentales o francamente anómalos y deduce que los delincuentes difíciles son refractarios a la represión, a la intimidación y también a la reeducación.



 


VERVAECK





En 1936, Chile funda su Instituto de Criminología, dirigido por el Maestro Israel Drapkin y dependiendo de la Dirección General de Prisiones.



En Estados Unidos puede considerarse a William Healy como uno de los principales representantes de la Criminología Clínica, fue fundador y director del Instituto de Investigaciones Juveniles en Chicago, y sostuvo la tesis de que el centro dinámico del problema del delito y de la delincuencia ha sido siempre el delincuente considerado individualmente.



Para HEALY cualquier teoría es una verdad a medias, demasiado mecánica y muy remota a la realidad, por lo tanto, frente a las complicaciones que presenta un caso tal, las generalizaciones de la Criminología tienen un tendencia a desvanecerse.



El Congreso Penitenciario internacional, (Londres 1925), llegó como una de sus conclusiones, propuestas por el Dr. 'VERVAECK, a la siguiente: "Es necesario que todos los detenidos, procesados y condenados, sean sometidos a un examen físico y mental por médicos prácticamente calificados y que, para este efecto, se instalen en los establecimientos los servicios apropiados".



Esta conclusión fue ratificada por la Comisión Internacional Penal y Penitenciaria en Berna en 1937, por el primer congreso Internacional de Criminología (Roma 1938), y primer Congreso Latinoamericano de Criminología (Buenos Aires 1938). En el segundo Congreso Latinoamericano (Chile 1941) se acordó designar, con el nombre de Instituto de Criminología, a los Institutos Técnicos penitenciarios encargados del examen de la personalidad del delincuente.





 


 


 



LOMBROSO

 


 


CRIMINOLOGÍA CLINICA ANTECEDENTES




La Criminología nació, de hecho, como Criminología  Clínica. Efectivamente, CESAR LOMBROSO era, ante todo un clínico, y de su estudio de enfermos mentales primero, y de criminales después, fue por su teoría de la "Antropología Criminal", que se convertiría, gracias a GARÓFALO, en Criminología.






 




Lo importante era sacar la clínica criminológica de la clínica médico-psiquiátrica, por esto FERRI habló de una Clínica Social.




FERRI



Como antecedentes de la Clínica Criminológica realizada por MAUDSLEY, en el hospital de Bethleems de Londres en 1888, desarrollada para examinar en forma precisa y con una definición exacta los crímenes cometidos por individuos atacados por alguna enfermedad mental.



LAURENT, realizó también estudios de Clínica Criminológica en las prisiones de París, Dr. FRANCISCO GINER DE LOS RIOS creó, en 1899, un laboratorio de Criminología en su clase de Filosofía del Derecho en la Universidad de Madrid.



MARRO en Italia, 1887, recoge material valioso al señalar los caracteres de los delincuentes que examina antropometricamente, así como sus antecedentes, su psicología e historia del delito cometido.



PINATEL reconoce cuatro períodos en el desarrollo de la Criminología Clínica:



  1. científico, que va de los pioneros (Lombroso, Ferri y Garófalo) al Congreso de Colonia (Kinberg).
  2. Penitenciario, (Ingenieros, Vervaeck, Centros de Bavicra y Austria, Drapkin, Rebíbbia).
  3. Judicial, (en mucho psiquiátrico).
  4. Legislativo.





A partir de los congresos desarrollados en la materia, los institutos de Criminología Clínica y los centros de diagnóstico criminológico han proliferado, pudiendo mencionar como ejemplos el de San Quintín (USA 1944), Fresiies (Francia 1950), Rebibbia (Italia 1954), Carabanchel (España 1967).








CONCEPTO.



La palabra "clínica" viene del griego KLINE.- Lecho; Es la parte de la medicina que enseña a observar, diagnosticar, curar y pronosticar las enfermedades a la cabecera de la cama de los pacientes.



La Criminología Clínica tiene por objeto, por analogía con la Clínica Médica, formular una opinión sobre un delincuente, conteniendo esta opinión un diagnóstico (llamado criminodiagnóstico), un pronóstico, y eventualmente un tratamiento.







 
El fin de la Criminología Clínica es el conocimiento de la personalidad del delincuente por medio de la "Descomposición Analítica y su Recomposición Sintética”.



La Criminología Clínica es ante todo Criminología aplicada. Recordemos que existen tres niveles de interpretación:



El conductual (crimen), El individual (criminal), y el general (criminalidad). La Criminología Clínica opera básicamente en el segundo nivel, analiza al sujeto antisocial en concreto, en su realidad personal e irrepetible.



En la moderna Criminología Clínica no puede considerarse que existen crímenes sino criminales. Así como dos resfriados son distintos según el paciente, un homicidio cometido por una persona es diferente al cometido por otra, siendo los dos homicidios; por mucho que queramos hacer coincidir las causas, nunca encontraremos dos crímenes idénticos, siempre habrá notables factores de variabilidad de un sujeto a otro. Aunque los dos sujetos fueran igual de tontos o de pobres, y tuvieran el mismo tipo de personalidad (por ejemplo fueran esquizoides) son dos diferentes, aunque del mismo corte típico (parricidio por ejemplo) serán totalmente diferentes el uno del otro.



¿Qué es lo que impone entonces la Criminología Clínica'? Impone que no se puede estudiar los crímenes de forma global, que no se deben aplicar reglas generales, sino estudiar a fondo cada caso concreto, no hablar del homicidio en general, sino hablar del homicidio que cometió este sujeto en particular, en este momento histórico determindao



MÉTODO




Es el hombre el objeto de estudio de la Criminología Clínica. QUIROZ CUARÓN afirma que

"Es el enfermo el que proporciona el material para el clínico, y es el hombre delincuente el que da nacimiento a la Antropología Criminológica, a la Psicología, Biología y Sociología Criminológicas, y a un reciente cambio de actitud de la sociedad frente al delincuente al que primero eliminó (muerte, esclavitud, segregación), luego simplemente lo conservó y en nuestros días se enfatiza por tratarlo técnicamente para reinsertarlo en la sociedad."



Una de las preocupaciones más importantes entre los criminólogos clínicos es, sin duda, el respeto a los derechos y la dignidad del hombre, delincuente o no, así nos lo hace ver la frase de BENIGNO DI TULLIO: "Antes de llegar a violar la ley, el delincuente es un individuo que lucha por la existencia".



Sabemos que la única forma de lograr un futuro mejor para la humanidad, es el anteponer a todo problema político o social aquél de la mejoría de la persona humana.





EL CRIMINOLOGO CLÍNICO manejará una serie de métodos fundamentales y complementarios. Los métodos fundamentales son el análisis de los estudios practicados por:



  • Psicología,
  • Medicina,
  • Trabajo social,
  • Pedagogía, y
  • Obviamente la entrevista practicada por el criminólogo



Los métodos complementarios pueden ser:



  • La observación directa, en la que se procura determinar la actitud intima del sujeto  y su comportamiento actual. Estos datos son proporcionados por el personal que está en contacto con el individuo, en caso de estar en institución, de lo contrario se dificulta.
  • Observación indirecta, por medio de monitores, cámaras o registros visuales o auditivos. Tiene varias limitaciones técnicas y éticas.
  • Exámenes complementarios, principalmente el psiquiátrico, los biomédicos, neurológicos, genéticos, endocrinológicos, fisiológicos, etc.







De lo anterior se deduce que el trabajo clínico en el momento actual sólo puede efectuarse en forma interdisciplinaria, pues es ya punto menos que imposible que el criminólogo posea un caudal de conocimientos tan vasto como para aplicar los métodos fundamentales y complementarios por sí solo.





OBJETIVOS BÁSICOS DE LA CRIMINOLOGÍA CLÍNICA.



  • Diagnóstico,
  • Pronóstico y
  • Tratamiento





PELIGROSIDAD


 


Antes de hablar sobre diagnóstico, pronóstico y tratamiento, es conveniente hacer algunos comentarios sobre la peligrosidad, pues en muchos aspectos es la piedra de toque de la Criminología Clínica.



El concepto de peligrosidad fue introducido a la Criminología por GARÓFALO, quien en un principio habló de "temibilidad" en 1878, para después desdoblar el concepto en dos: capacidad criminal y adaptabilidad social.



La capacidad criminal es, para el autor comentado, la perversidad constante y activa de un delincuente y la cantidad de mal que, por lo tanto, se puede temer del mismo.



La adaptabilidad social es la capacidad del delincuente para adaptarse al medio en el que vive.



A partir de esa diferencia, se reconocen cuatro formas clínicas de la peligrosidad:



  1. Baja
  2. Media
  3. Alta
  4. Extrema



FERRI considera que la peligrosidad puede ser de dos formas:



  1. PELIGROSIDAD SOCIAL, o sea la mayor o menor probabilidad de que un sujeto cometa un delito.
  2. PELIGROSIDAD CRIMINAL, o sea la mayor o menor readaptabilidad a la vida social, de un sujeto que ya delinquió.





JIMÉNEZ DE ASÚA, hace referencia que en la peligrosidad de un individuo deben considerarse los siguientes puntos:



  1. La personalidad del hombre en su triple aspecto, biopsicosocial.
  2. La vida anterior al delito o acto de peligro manifiesto.
  3. La conducta del agente, posterior a la comisión del hecho delictivoo  revelador del hecho peligroso.
  4. La calidad de motivos.
  5. El delito cometido o el acto que pone de manifiesto la peligrosidad.





El concepto de peligrosidad ha sido duramente criticado en los últimos tiempos; la critica es de aceptarse, y emprender un esfuerzo por afinar las técnicas de diagnóstico y pronóstico, pues regresar a conceptos puramente retributivos sería retroceder más de un siglo, y perder terreno tan difícilmente obtenido.



En otras palabras, no podemos aceptar que la reacción social jurídicamente organizada (punibilidad-punición-pena) se basa tan sólo en el hecho cometido, sin tomar en cuenta otros elementos, como la personalidad del delincuente y la realidad social, económica y política del momento.









DIAGNOSTICO




El Diagnóstico Criminológico tiene como objetivo el precisar el grado de peligrosidad del sujeto en estudio; para lo cual, previo al abordaje del tema  recordaremos lo siguiente:



Para la moderna criminología, la diferencia entre delincuente y no delincuentes no es esencial,  no responde a ningún prototipo determinado de individuo. Por tanto, para estudiar la personalidad criminal es necesario encontrar el criterio diferenciador entre el delincuente y el no delincuente.



Este criterio diferenciador lo vamos a encontrar en el llamado “paso al acto”. El delincuente pasa al acto criminal antes de lo que lo haría el no delincuente.



Es por ello que para estudiar la personalidad criminal habría que analizar las cualidades personales que facilitan el paso al acto criminal.



El conjunto de esta cualidad que facilita el que se pase al acto se denomina “capacidad criminal”.



Por otra parte, la forma de pasar al acto depende de la “adaptabilidad social” del individuo.



Así pues, la capacidad criminal hace que una persona cometa un delito o no. La adaptación social influye en la forma de cometer ese delito.



Analizando estos dos conceptos, tendremos estudiada la personalidad criminal.



CAPACIDAD CRIMINAL.



La capacidad criminal es un factor intrínseco a la personalidad del individuo, que determina su potencial delictivo sin prejuzgar si dicha potencialidad se debe a causas hereditarias o a causas del medio social en donde se desenvuelve.



Elementos:



            a).- El egocentrismo. Consiste en la tendencia exagerada a referir todo a sí mismo a considerarse centro de toda la atención.



Características:



  • La persona egocéntrica valora extremadamente sus propios juicios, posturas y puntos de vista, siendo incapaz de juzgar objetivamente las cosas.
  • Suele limitarse a la autosuficiencia, habla constantemente de sí misma, autoalabándose y considerándose casi perfecta.
  • Tiende a imponer a los demás sus propias ideas, manteniéndose impermeable a los puntos de vista ajenos.
  • Pretende acaparar para sí mismo el cariño, atención y halagos de los que le rodean.
  • Es intolerante a la frustración, ante la que responde con susceptibilidad, envidias y celos.
  • Es absorbente, quiere figurar en todo y necesita aparentar más de lo que es (ansias de notoriedad).



Etiología:



El egocentrismo puede nacer de un excesivo instinto de conservación que lleva al individuo a sobresalir de los demás. A este instinto se une una inmadurez afectiva o capacidad de sentir por los demás como consecuencia de un desarrollo anómalo de la personalidad.



Paso al acto del egocéntrico:



El delincuente egocéntrico trata de autojustificar su conducta mediante una serie de razonamientos que tienden a desautorizar los argumentos de los demás. Frente a éstos, adopta una postura fuertemente crítica y acusadora, llegando incluso a culpara la sociedad (familia, amigos y demás grupos sociales) de sus propios delitos.







Con ello el egocéntrico elimina posibles inhibiciones para su conducta presente y futura, de lo que se desprende que tal estado de ánimo no solo facilita el “paso al acto”, sino que le llevará a volver a obrar de nuevo y de la misma manera.



            b).- La labilidad.



La labilidad es sinónimo de debilidad, fragilidad, personalidad poco estable reflejada en continuos cambios del estado de ánimo.



Características:



  • El lábil es un sujeto inestable e incontrolado en sus manifestaciones afectivas, pasando de ser simpático, optimista y comunicativo a otra fase de pesimismo, depresión y melancolía.
  • Suele vivir en y para el momento presente, careciendo de previsión de futuro.
  • Le resulta difícil someterse a la disciplina y reglas sociales, tendiendo a ser negligente y a mantener una conducta irreflexiva.
  • Presenta una falta de voluntad y constancia, lo que le hace asequible a ser dominado por los demás.



Etiología.



La labilidad se puede deber a una falta de instinto de conservación, unida a una falsa formación de la personalidad en donde predomina la inestabilidad psíquica.



Paso al acto del lábil.



El egocéntrico actúa sin importarle la opinión de los demás, pero puede permanecer dentro de la ley por temor al castigo. El lábil sólo presta atención al momento presente y por ello no es capaz de frenarse ante el delito, ya que carece de inhibición ante el temor de la amenaza penal. Es más, la idea del castigo la experimenta tan lejana que piensa que ésta no llegará.



            c).- La agresividad.



Por agresividad se entiende la capacidad del individuo para vencer y eliminar los obstáculos y dificultades que nos impiden conseguir o hacer algo.



La agresividad, dentro de unos justos términos, es necesaria para desarrollar cualquier actividad humana (agresividad positiva). En cambio se habla de agresividad negativa como la cualidad que desencadena actos o actitudes de carácter hostil, destructores o malévolos.



Características:



  • El agresivo es un sujeto que trata de enfrentarse a su entorno afrontando con decisión los riesgos y peligros que puedan comportarle.
  • Tiende a la brutalidad ante la ausencia de frenos inhibitorios, llegando a producir descargas pasionales incontrolables.
  • Busca competir y luchar de forma instintiva con tenacidad y perseverancia, resultando provocador y proclive a la fanfanorreria.
  • Siente necesidad de independencia y le resulta difícil obedecer y someterse a una dirección externa, tendiendo a la rebelión.



Etiología.



La agresividad deriva principalmente del instinto de defensa y de lucha que los seres humanos comparten con muchos organismos vivos, ante la presencia de estímulos generadores de agresión del entorno inmediato.



Paso al acto del agresivo.



El delincuente egocéntrico y lábil que autojustifica su acto sin importarle el castigo, puede no llegar a cometer el delito por ser incapaz de vencer las dificultades y problemas que ello le plantearía. Es en ese momento cuando actúa la agresividad facilitándole el camino hacia el paso al acto, infundiéndole el valor y decisión necesarios para realizar un acto arriesgado y peligroso.



            d).- La indiferencia afectiva.



Es la falta de sentimientos para con los demás. El indiferente afectivo no quiere a nadie, no experimenta sensaciones afectivas en sus relaciones con el mundo exterior.



Se diferencia del egocéntrico en que éste puede querer a los demás mientras este sentimiento no vaya en contra de sus intereses particulares.



Características:



  • El indiferente afectivo carece de sentimientos y valores morales, lo que lo hacen proclive a acometer actos de maldad con frialdad de ánimo y despecho.
  • Carece de compasión, pudiendo reaccionar con cólera y odio hacia los demás.
  • Presenta una falta de ternura y afecto hacia la familia, con ausencia de amabilidad y sociabilidad.
  • Suele ser poco comunicativo, indiferente e insensible, pudiendo llegar al autismo y al pasotismo.



Etiología.



La indiferencia afectiva se debe a la carencia del instinto de simpatía y a la falta de desarrollo de la afectividad y de los sentimientos altruistas.



También se puede deber a la influencia de un ambiente hostil (familia, amigos, sociedad en general) que le hace encerrase en sí mismo, pensando que nadie se interesa por él e impidiendo su ligazón afectiva hacia el entorno.



Paso al acto del indiferente afectivo.



El delito que no pudieron contener o evitar el egocentrismo, la labilidad y la agresividad, puede que no llegara a consumarse si el delincuente sintiera compasión por la víctima.



Está claro que la indiferencia afectiva facilita el paso al acto porque permite al individuo ejecutar el delito sin tener en consideración el sufrimiento o situación en que va a quedar la víctima o sus familiares.



En caso de que la indiferencia haya llegado al estadio de perversión de los instintos, la perspectiva del sufrimiento ajeno dejar de ser un freno para convertirse, incluso, en un estímulo delictivo.



Estos cuatro rasgos se pueden agrupar en dos:



a.      la inintimidabilidad y

b.      la nocividad.   



 


PRONÓSTICO




Prognosis viene del griego que quiere decir conocimiento anticipado de algún suceso.



En Criminología Clínica se interpreta como la apreciación de que un sujeto cometerá un conducta antisocial.



Generalmente la prognosis hace referencia a la reincidencia, es decir, se trata de predecir si un sujeto que ha cometido una conducta antisocial volverá a realizarla.



Dos tipos de reincidencia:



  1. Genérica. Es cuando el reincidente comete una conducta antisocial diferente a la que realizó anteriormente.
  2. Específica. El hecho cometido es similar al primero.



El problema se sitúa, en la Clínica Criminología, en tratar de saber con antelación cuáles son las probabilidades de que el criminal reincida.



El diagnóstico sirve de punto de partida para el pronóstico. No debe confundirse el diagnóstico de peligrosidad con el pronóstico de reincidencia, pues ya hemos visto como hay casos en los que el sujeto es altamente peligroso, pero su peligrosidad se agota en la conducta criminal; por el contrarío, hay sujetos cuya peligrosidad cualitativa es baja (entre otras variables por el escaso valor del bien agredido), pero que tendrían un pronóstico desfavorable en cuanto la reincidencia.



La prognosis es la gran aspiración y la gran dificultad en Criminología Clínica, así se han intentado diversos métodos:



  • ANANINÉSICO. Se basa en la observación de la conducta de determinada persona para aplicar los conocimientos en casos similares.
  • INTUITIVO. Se basa en el "presentimiento y corazonadas" carece de lógica y bases científicas.
  • ESTADÍSTICO. Es el que a dado mejores resultados, es necesaria una muestra suficiente, representativa y una selección adecuada de los rasgos que deberán tomarse en cuenta.



El pronóstico debe ir variando según el tratamiento  tenga o no éxito, por lo tanto puede estar condicionado a la eficacia del mismo. El pronóstico estadístico y las tablas de predicción tiene valores de probabilidad, como todo instrumento construido en esta forma, por lo que no puede esperarse de él más de lo que científicamente puede dar.








TRATAMIENTO.



Para SÁNCHEZ GALINDO "es el conjunto de elementos, normas y técnicas que se requieren para reestructurar la personalidad dañada del delincuente y hacerlo apto y productivo en su núcleo social".



LANDENCHO, "en sentido Criminológico Clínico, se entiende por tratamiento la acción individual sobre el delincuente para intentar modelar su personalidad con el fin de apartarle del delito".



GIBBONS, "todo conjunto de actividades que pretenden explícitamente inducir un cambio en los factores que condicionen la conducta delictuosa, o bien desalojar del sujeto dichos factores".



Cuando el tratamiento es consecuencia de una función pública ejercida por una autoridad, se atiene, por lo común, a una serie de principios y disposiciones cuyo papel presenta tres aspectos:



  1. El tratamiento tiene que ajustarse a lo preestablecido,
  2. No debe vulnerar ciertos derechos fundamentales, principalmente los derechos humanos,
  3. Debe ser objeto de investigación criminológica.



Por otro lado, no siempre es posible dar tratamiento, ya que no todo sujeto que ha violado la ley requiere de un tratamiento criminológico.



Evidentemente el tratamiento depende del diagnóstico y pronóstico criminológico por lo que, según ha pregonado desde sus inicios la Criminología Clínica, dicho tratamiento deberá ser individualizado. La aspiración del tratamiento individualizado no se ha visto realizada ya que, por lo general, lo que el delincuente recibe es un tratamiento estandarizado, masificado-generalizado, y esto en los casos en que tiene la suerte de ser tratado.



El tratamiento mínimo debe ser bio-psico-social, aunque, al igual que para el diagnóstico, pueden intervenir otros especialistas.



El tratamiento actualmente no se debe limitar al infractor de la conducta, sino que se extiende a la víctima de la conducta antisocial.



No debe olvidarse que, un adecuado tratamiento, abarca además la fase post-penitenciaria, en que se continúa atendiendo y dirigiendo al exdelincuente.





REGLAMENTO DE LOS CENTROS DE READAPTACIÓN SOCIAL



El Coordinador Criminológico tiene facultad para:



I.- Integrar los expedientes clínicos criminológicos de los internos, cuando fuere necesario o requerido por las autoridades competentes.



II.- Emitir dictámenes del estado criminológico de los internos y mantenerlos actualizados.



III.- Llevar el control dactiloscópico y fotográfico de los internos.



IV.- Controlar el archivo de identificación de los internos.



V.- Presentar ante la subdirección técnica programas de prevención de la delincuencia, y previa autorización del director del centro, coordinarse con organismos extra institucionales en la ejecución de los mismos.



VII.- Realizar la evaluación y clasificación de los estudios de peligrosidad y tipo de delito.



VIII.- realizar las demás tareas inherentes a su función que le encomienden autoridades superiores